miércoles, 7 de octubre de 2009

"PIMPINELA" MUNICIPAL

Hay algo desconcertante, hueco, en las mutuas acusaciones que se hacen estos días UPN y PSN del Ayuntamiento de Tudela. El presupuesto lo aprobaron juntos, mediante pacto que excluía la posibilidad de que quienes no compartíamos sus líneas generales pudiéramos participar con nuestras propuestas. Lo auténticamente real es que juntos decidieron aprobar un presupuesto que subía las tasas de una piscina cubierta con fuertes deficiencias en el servicio, que elevaba los gravámenes del comunal a los agricultores sin escuchar sus razones en contra, o que aumentaba la tasa de alcantarillado ostensiblemente a toda la ciudadanía mientras endeudaba más a la ciudadanía con nuevos préstamos financieros por valor de 10.000.000 de euros, y que contemplaba que las empresas de la Ciudad Agroalimentaria pagasen un 50% más barata la tarifa del agua que el resto de empresas y comercios de Tudela.
Pactaron conjuntamente un presupuesto en el que no solamente no se contemplaba la ahora discutida nueva sede para la policía municipal, sino que ignoraba políticas municipales importantes tales como la necesidad de una nueva biblioteca en nuestra ciudad, o de desarrollar el Plan de Movilidad Urbano Sostenible, el Plan de Accesibilidad, el Plan de Tráfico, de la bicicleta, que carecía de planes estratégicos de cualquier estilo y no afrontaba la precariedad del acceso de muchas personas a la vivienda, a servicios básicos como el Servicio de Atención Domiciliaria, o la necesidad de planes de emergencia para apoyar a familias afectadas por la crisis y el paro, o un Comedor Social que, afortunadamente, sacaron adelante las asociaciones ciudadanas en los presupuestos participativos. Pactaron un presupuesto en el que desoyeron esas necesidades o la de aumentar sensiblemente los apoyos a la rehabilitación de viviendas, contemplando las demandas en ese sentido de Pobreza Cero. Acordaron un presupuesto que gestionaba más servicios de manera indirecta, que se elaboraba sin perspectiva de género y sin formación en cláusulas sociales, que contemplaba una plantilla en base a un estudio que, aún con aspectos positivos, tuvo más en cuenta altos cargos y jefaturas que la realidad del conjunto de los trabajadores.

Era un presupuesto que tenía que contemplar peticiones del PSN con las que justificar su visto bueno a todo lo anterior. Y, a veces, esas peticiones eran tan absurdas como el innecesario gasto de 180.000 euros para baldeo negando en cambio la consignación para inspección que lo supervisase. UPN no tiene que echar balones fuera denunciando el aumento de impuestos del gobierno central, sino gestionar bien lo que recauda de su propia ciudadanía, con un urbanismo participado democráticamente, con unos servicios de calidad que acojan a cuantas personas ancianas necesitan del SAD, que atiendan la demanda de escolaridad infantil 0 a 3 años, que escuchen las necesidades de la gente joven en vivienda y trabajo, que no miren para otro lado ante la precariedad y el paro. Por su parte, PSN debiera aclararse si quiere ser arte o parte. No se puede querer ser parte del espejo de líneas maestras de la política municipal que dibuja un presupuesto pactado, y a la vez, oposición. En fin, son tan solo algunas de las cosas reales de una política municipal dirigida y desarrollada por UPN, con el inestimable apoyo presupuestario del PSN. Por ello, sus quejas suenan a escenificación a lo Pimpinela, espectáculo puro y duro, en este caso carente de credibilidad.

2 comentarios:

Mean Mr Mustard dijo...

Oposición de escaparate, Milagros, que engañará a muchos pero no a mi, desde luego. Se rasgarán las vestiduras y pondrán verde a UPN cuando en el fondo les han brindado su apoyo.

Un saludo

http://atasteofmustard.blogspot.com/

Milagros Rubio dijo...

Hola Mr Mustard,

No se puede pactar y a la vez ser oposición, hay que elegir y el PSN, lamentablemente, eligió pactar. Confiemos. Llegarán tiempos mejores.

Saludos,

Milagros